Páginas

martes, 9 de noviembre de 2010

Cuando la falta de humanidad crea monstruos.

Tender Son - The Frankenstein Proyect es como un libro cargado de misterio que necesita ser leído de una sola sentada. Una obra fría y sorprendente que tiene la cualidad de invitar al espectador a crear en su mente imágenes desde las que el director muestra.
No sería posible construir esta película sin el acertado trabajo de los actores: caras inexpresivas e inaccesibles, cerradas a mostrar cualquier resquicio de sentimiento humano pero que expulsan sus emociones mediante acciones mecánicas que sobrecogen el aliento.

Lo valioso de esta película es el contexto que envuelve al personaje del protagonista. A través del mismo vamos descubriéndolo y conociéndolo sin llegar a conclusiones que pudieran afirmarse definitivas pero que nos invitan a compadecernos de él.
La crudeza del trato de la madre hacia su propio hijo, al que ha recluido en un orfanato desde su nacimiento nos explica sus comportamientos. Se ha convertido en un ser que no sabe expresar ni recibir sentimientos ajenos, puesto que nunca los ha recibido. En realidad es una viva imagen de su madre.
Solo el personaje de la hijastra lo entiende. No es algo que sorprenda ya que es capaz de comprender sus sentimientos oprimidos; ella vive en las mismas circunstancias.
De ahí puede entenderse que el guión se haya inspirado (no basado) en el Frankenstein de Maria Shelley y también que confunda a los piensan que van a ver una obra de terror en la que se fantasea sobre un futuro terrorífico de la humanidad, víctima de despiadados experimentos científicos. Se habla aquí de otra humanidad; la que ha de residir en el interior de cada individuo.

Es a partir del encuentro de esos personajes que sienten empatía el uno por el otro cuando la atmósfera opresora cambia por unos minutos y afloran a la superficie del monstruo unos sentimientos cargados tanto de inocencia como de aletargamiento.

Inevitablemente este tipo de cine no gusta a todo el público, pero basta con tener predisposición a dejarse llevar por lo increíble y abrir la mente a emociones y juegos. Al fin y al cabo es cine y todo cuanto se ve en la pantalla es irreal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario